lunes, 16 de noviembre de 2015

¡¡Ya no puedo más!!! El desgaste de la maternidad.





Como madres, nos planteamos muchos asuntos en los que queremos incidir, cuidar y trasmitir a nuestros hijos e hijas. Les influimos y somos modelos en asuntos como nutrición, sueño, relaciones con otras personas y el medio que les rodea, entre otros aspectos…


Para los bebés, somos el primer referente con el que se encontrarán, según nos relacionemos con ellos y con el mundo será la primera impresión que se lleven de los demás y del entorno. Les serviremos de espejo, o más bien, ellos nos servirán de espejo a nosotras sí sabemos mirar.


Además de madres, somos mujeres, personas, con una personalidad, manías, filias, fobias, historias personales adheridas a la piel, familias y relaciones familiares, todo ello configuran nuestra forma de afrontar y enfrentar la maternidad. Cada persona tenemos una personalidad determinada, esta condiciona nuestra forma de manejarnos en la vida, la maternidad y la crianza no deja de ser un ámbito más donde nos manejaremos según esta personalidad.




Si nos conocemos, con nuestras virtudes y defectos, o al menos atisbamos como nos relacionamos, nos será más fácil encontrar la manera de maternar, criar y educar. Como madres queremos lo mejor para nuestros hijos e hijas, nos focalizamos en procurarles lo mejor, lo hacemos con tanto empeño que muchas veces nos olvidamos de nosotras, de lo que queremos y necesitamos, no medimos fuerzas, incluso hacemos más de lo necesario. Sin darnos cuenta nos perdemos y nos olvidamos de tenernos en cuenta, aparecen las frustraciones, la falta de paciencia, por no hablar de problemas mayores como podría ser problemas de ansiedad o depresión.


Querer hacerlo todo bien y perfecto aparte de imposible genera estrés e insatisfacción, por eso hay que elegir dónde poner más tiempo, energía. Dosificar fuerzas, hacer todo por los hijos puede llegar a agotarnos o ser perjudicial para ellos, hay que reconocer que no somos buenas en todo y que a veces el precio por ofrecer lo mejor es demasiado alto, no solo en lo económico. A veces es mejor cumplir mínimos en unos ámbitos y en otros dar más. Hay que desterrar un poco la idea moderna de intentar que cada instante y cada día sea maravilloso para nuestros hijos e hijas, que no se aburran nunca. Está bien actuar por debajo de la perfección.






Hay mucho escrito en cuanto a crianza y educación, incluso dentro de la crianza positiva, con apego hay matices. Es fácil a día de hoy dejarse llevar por la corriente de querer dar a nuestros hijos aquello que no tuvimos, cuando a lo mejor no siempre coincide con lo que ellos necesitan. A veces lo que necesitan son unas madres y unos padres tranquilos, serenos y felices, que se tengan en cuentan, que conozcan sus límites y que no lo hagan todo por ellos, que les dejen equivocarse, cometer errores.


Aprendamos a vivir sin culpa las decisiones si son coherentes con nosotras y nuestro sistema familiar. Por ejemplo, dar el pecho es lo mejor, lo más sano para el bebé, eso no hay quien lo dude, sin embargo, puede ser muy estresante si surge algún problema que la dificulte, y pasar al biberón supone un alivio y facilita el clima familiar y la relación con el bebé. Esto es sólo un ejemplo de los muchos que surgen con los años.


Con nuestro ejemplo enseñamos y transmitimos, ¿queremos transmitir un modelo de abnegación en el que nos olvidamos de nosotras? ¿En el que nunca decimos que no?


¿Qué te está empezando a pesar? ¿Qué te resulta difícil llevar o hacer? ¿Qué necesitarías cambiar en tu dinámica con tus hijos? ¿Te sientes desbordada? Puede que sea hora de tenerte más en cuenta.





jueves, 12 de noviembre de 2015

Apoyo emocional en el embarazo y puerperio.





“La maternidad es un fenómeno absolutamente misterioso. Y no me refiero sólo a la crianza del niño, con todas las dificultades que conlleva, sino al viaje personal que cada mujer emprende en presencia del niño pequeño, aunque no lo sepa”.

Laura Gutman




Silueta de una mujer embarazada. (Foto: e.p.)


Si parto en casa o en hospital, si lactancia a demanda o biberón, si colecho o cuna, si escuela infantil o casa... Mucha información, muchos juicios, muchas exigencias, muchas opiniones. Al final, quien decide en función de su realidad y sus circunstancias es la pareja, más allá de clichés o lugares comunes.

Hoy en día, la familia nuclear está alejada de su familia y sus amigos más íntimos, lo que hace que la pareja afronte el período de gestación sola, sobre todo la mujer. A menudo, las mujeres descubren que el embarazo se parece poco a lo que muestran las revistas para embarazadas, donde aparecen mujeres impecables, sin miedos ni dudas, o bien muy vulnerables y casi infantilizadas.

A lo largo del embarazo se recibe mucha información contradictoria. Se escuchan comentarios a veces dolorosos y críticas desde muy diversos frentes.

La parte emocional del embarazo, parto y postparto es algo que tiende a dejarse de lado, presuponiendo que está lleno de alegría cuando no tiene por qué ser así. No sólo es importarte el bienestar físico en el embarazo y la crianza, el bienestar emocional es también muy importante y no se suele tener en cuenta, es más, se suele intentar enterrar y enmascarar, y cuando queremos atender a sus manifestaciones ya nos desborda y nos cuesta manejar.

Ofrezco un espacio y un tiempo sin juicios ni valoraciones. Donde se abordarán las necesidades emocionales de la embarazada y su pareja, los distintos estados de ánimo, miedos, incertidumbres, ilusiones,…más allá de mitos y estereotipos, así como los sentimientos contradictorios ante el embarazo (la alegría de la noticia del embrazo va asociada a sentimientos de temor e inseguridad a la capacidad de salir adelante). Ayudaré en el proceso de crear lazos afectivos con el bebé, haciendo del embarazo y la maternidad una experiencia de afecto y confianza. Ayudando a encontrar el modelo de maternidad y paternidad que elijas, libre de juicios y prejuicios.


Ejemplos de problemáticas a tratar: 

- La propia experiencia (traumática o no) del embarazo y el parto. 

- Sentimientos hacia el bebé. (Prevención depresión post-parto)

- Mitos y estereotipos de la maternidad (y como interfieren en el vínculo con el bebé).

- El papel y rol del padre.

- Los cambios en la relación de pareja.

- Incorporación al mundo laboral, como nos afecta. 



Información sobre psicología pre-perinatal en:


 mamen.bueno@gmail.com























Cada familia es diferente.