En Navidades, más allá de creencias, las familias se reúnen, celebran y agasajan en torno a la mesa. Son fiestas en general de alegría y disfrute, no obstante, no siempre es así. Despiertan amor y odio a partes iguales. Hay quien las vive con entusiasmo y quien las detesta. Se sientan a la misma mesa personas con diversas realidades, eso a veces es fuente de conflicto.
Unas pequeñas ideas para hacer más llevaderas estas reuniones y dejen un grato recuerdo.
- Muestra colaboración. No dejes que recaiga el peso exclusivamente en la persona anfitriona, generalmente mujeres. Ellas también merecen disfrutar. han pasado horas cocinando, decorando, preparando... cuando tú llegas, ellas ya llevan horas de cansancio acumulado. No esperes a que te lo den todo hecho.
- Respeta las diversas maneras de vivir estas fiestas. Hay personas con realidades diferentes a la tuya. Personas que pasan por momentos vitales que no son fáciles de manejar:
- Personas que están en procesos de duelo por pérdidas recientes, separaciones, pérdidas de trabajo... Tienen derecho a no estar alegres todo el rato, emocionarse y mostrar sus sentimientos.
- Personas con trastornos de alimentación. Si ya tienen una relación complicada con la comida, estar en mesas rebosantes de comida, en las que se insiste a seguir comiendo es bastante desagradable e incómodo. Deja que cada cual coma lo que quiera.
- Personas con problemas de alcoholemia y adicciones. Si alguien no quiere beber alcohol, no insistas. Ya bastante difícil le resulta decir NO una vez, puede que la segunda no sea capaz.
- Puede que sin tú saberlo, haya conflictos entre miembros de la familia. Discusiones, abusos... No todas las familias proporcionan lugares seguros.
Ten tacto. Aunque no sepas el porqué, si alguien dice NO a algo, no insistas.
- Intenta centrarte más en ti y menos en los demás. Eres responsable de lo que tú dices, piensas y sientes. No puedes controlar lo que piensan, sienten y dicen los demás. Es unas noche, un rato. Puede que haya alguien que te resulte discordante o incluso irrite, intenta centrar tu atención y conversación en otras personas más afines.
- En las reuniones familiares no forcéis a los niños o niñas a dar besos. No son muñecos creados para satisfacer. Es bueno enseñarles a ser educados, sí. No obstante, son personitas con derecho a decir NO. Salir de la rutina les afecta y no siempre están de humor. Respétales.
- Tu responsabilidad no es hacer feliz a otra persona comiendo hasta no poder más. Eres responsable de tu salud, no de satisfacer a otros. "Gracias, para mí es suficiente" son tus palabras aliadas. Repítelas lo que necesites.
-Permítete decir NO y poner límites si algo te molesta.
- Sé compasivo contigo y con los demás.
Si todos y todas ponemos de nuestra parte. Actuamos con tacto y respeto. Pueden ser unas fiestas significativas y agradables.
Totalmente de acuerdo, se viven de una manera demasiado rigida muchas veces, y añado que independientemente de los trastornos de la alimentacion no es bueno forzar a comer a nadie, cada uno sabe lo que necesita y tiene derecho a elegir lo que le apetece comer
ResponderEliminarMuchas gracias por tu punto de vista y por comentar.
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