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jueves, 28 de diciembre de 2017

Permítete ser, para sentirte bien.

Si hasta ahora te has propuesto obligaciones, imposiciones, compromisos, deberes, exigencias... muchas de ellas sin un origen definido, producto de costumbres familiares y sociales; y el resultado es insatisfacción, desgana, estrés, ansiedad, tristeza, rabia, impotencia, frustración...

Puede que necesites darte permiso a partir de ahora.

- Que te permitas sentir tus emociones y notar cómo pasan.

- Que te permitas cometer errores y aprender de ellos.

- Que te permitas aceptar tu grandeza, incluidas tus imperfecciones y fallos.

- Que te permitas decir NO a lo que te daña.

- Que te permitas decir que sí a lo que te hace bien.

- Que te permitas cuidarte y darte el valor que mereces.

- Que te permitas pensar sin engancharte a ningún pensamiento en concreto.

- Que te permitas saber qué quieres.

- Qué te permitas ser tú.

A partir de ahora, permítete para sentirte bien. Suelta exigencias.



Si necesitas ayuda para empezar el cambio que necesitas, llámame. A veces la solución está más cerca de lo que necesitas.

domingo, 24 de diciembre de 2017

Consejos a tener en cuenta estas Navidades.


En Navidades, más allá de creencias, las familias se reúnen, celebran y agasajan en torno a la mesa. Son fiestas en general de alegría y disfrute, no obstante, no siempre es así. Despiertan amor y odio a partes iguales. Hay quien las vive con entusiasmo y quien las detesta. Se sientan a la misma mesa personas con diversas realidades, eso a veces es fuente de conflicto.

Unas pequeñas ideas para hacer más llevaderas estas reuniones y dejen un grato recuerdo.



- Muestra colaboración. No dejes que recaiga el peso exclusivamente en la persona anfitriona, generalmente mujeres. Ellas también merecen disfrutar. han pasado horas cocinando, decorando, preparando... cuando tú llegas, ellas ya llevan horas de cansancio acumulado. No esperes a que te lo den todo hecho. 

- Respeta las diversas maneras de vivir estas fiestas. Hay personas con realidades diferentes a la tuya. Personas que pasan por momentos vitales que no son fáciles de manejar:
  • Personas que están en procesos de duelo por pérdidas recientes, separaciones, pérdidas de trabajo... Tienen derecho a no estar alegres todo el rato, emocionarse y mostrar sus sentimientos.
  • Personas con trastornos de alimentación. Si ya tienen una relación complicada con la comida, estar en mesas rebosantes de comida, en las que se insiste a seguir comiendo es bastante desagradable e incómodo. Deja que cada cual coma lo que quiera.
  • Personas con problemas de alcoholemia y adicciones. Si alguien no quiere beber alcohol, no insistas. Ya bastante difícil le resulta decir NO una vez, puede que la segunda no sea capaz.
  • Puede que sin tú saberlo, haya conflictos entre miembros de la familia. Discusiones, abusos... No todas las familias proporcionan lugares seguros.
Ten tacto. Aunque no sepas el porqué, si alguien dice NO a algo, no insistas.

- Intenta centrarte más en ti y menos en los demás. Eres responsable de lo que tú dices, piensas y sientes. No puedes controlar lo que piensan, sienten y dicen los demás. Es unas noche, un rato. Puede que haya alguien que te resulte discordante o incluso irrite, intenta centrar tu atención y conversación en otras personas más afines. 

- En las reuniones familiares no forcéis a los niños o niñas a dar besos. No son muñecos creados para satisfacer. Es bueno enseñarles a ser educados, sí. No obstante, son personitas con derecho a decir NO. Salir de la rutina les afecta y no siempre están de humor. Respétales. 

Tu responsabilidad no es hacer feliz a otra persona comiendo hasta no poder más. Eres responsable de tu salud, no de satisfacer a otros. "Gracias, para mí es suficiente" son tus palabras aliadas. Repítelas lo que necesites. 

-Permítete decir NO y poner límites si algo te molesta. 

- Sé compasivo contigo y con los demás.


Si todos y todas ponemos de nuestra parte. Actuamos con tacto y respeto. Pueden ser unas fiestas significativas y agradables.






FELIZ NAVIDAD  para todas y todos.


sábado, 9 de diciembre de 2017

Masaje infantil. ¿Hacemos una pizza?

El contacto físico es básico para construir el vínculo emocional con nuestros hijos e hijas. Al dar y recibir un masaje, se crea un diálogo sensible, suave y amoroso. El masaje no tiene por qué ser siempre en silencio, puede ser un juego si lo acompañamos de cuentos, para así ir incorporando la estimulación sensorial mediante el tacto. Lo importante es compartir momentos entrañables y delicados. 
Os propongo un juego para aprender diferentes técnicas de masaje y así compartir momentos ternura con los peques de la casa.
Esta técnica está sacada del libro de Margarita Klein, "Masajes para bebés y niños". No es un masaje como tal, es una creación lúdica para trabajar con el sentido del tacto. lo uso bastante en mis talleres de "Mindfulness en familia" con bastante éxito. Espero que os guste y lo disfrutéis con los más pequeños de la casa.
No es más que una guía libre. No se trata de aprender a hacer movimientos exactos siguiendo un técnica concreta. Es un juego de imitación, seguimos los pasos como si estuviéramos en la cocina haciendo una "pizza".
Hay que hacerlo por parejas. Alguien será la pizza y la otra persona será un chef que se encargará de prepararla con mucho mimo y atención.
Vamos a ello, vamos a hacer un pizza... 

La persona que hará de pizza se tumba boca abajo. La que hace de chef, seguirá las siguientes indicaciones con sumo cuidado, ya que utilizaremos ingredientes de primera calidad y no queremos que se estropeen.

1. Amasamos: Con las yemas de los dedos simulamos que amasamos la espalda. 
2. Estiramos la masa: Hacemos movimientos como de rodillo con el antebrazo por la espalda. Estiramos la masa hacia lo largo y ancho de la espalda.
3. Elegimos la forma de la pizza: preguntamos que forma va a tener la pizza, y con el dedo trazamos sobre la espalda la forma que queramos para nuestra pizza: circular, triangular, cuadrada…
4. Ingredientes
- El tomate: Echamos tomate haciendo círculos con la palma de la mano.
- Jamón, salami:  Damos pequeñas palmadas con la mano como si estuviéramos colocando cada uno de los ingredientes. 
- Espárragos: Con el dedo vamos dibujando rayas a lo largo de la espalda.
- Aceitunas, maíz, champiñón: vamos marcando con el dedo los puntos donde los queremos. 
- Queso rayado: podemos cosquillear toda la espalda.
- Orégano: hacemos roces suaves.
No hay nada establecido. Se puede añadir lo que se considere y se ocurra.
5. Al horno: frotamos las manos unas con otras y las colocamos sobre la espalda, el niño sentirá la sensación de calor. Lo podemos repetir varias veces.
6. A comer: cortamos la pizza en porciones con el canto de la mano por la espalda del niño y simulamos que la comemos. 

Imagen obtenida del blog Meste a casa
Este masaje se puede hacer en grupo a modo de juego, en clase. Se puede hacer entre hermanos... Es una invitación a tomar conciencia de su cuerpo y a aprender a poner límites a los demás. 
Es importante tener en cuenta que ante cualquier masaje siempre hay que preguntar si nos da permiso, si le apetece en ese momento. Si a lo largo del masaje quiere parar, algún movimiento le desgrada, se pone nervioso, el masaje finaliza. Nunca hay que forzar al niño o niña a recibir un masaje, por mucho que creamos que le va a venir bien o le gustará. 

Lo normal es que los niños más pequeños no aguanten toda la actividad sin moverse, o puede que alguno no acabe la pizza, no importa. Aunque sea poquito irán tomando conciencia de su cuerpo y del contacto con el otro y eso es un gran descubrimiento.

jueves, 7 de diciembre de 2017

Sobre montañas rusas. ¿Qué ha supuesto la terapia en mi vida?

Cuando acaba un proceso de psicoterapia, sea en la fase que sea, pido que hagan un balance de todo su proceso. Yo también lo hago. Es una forma de cerrar un ciclo, de poner en perspectiva lo logrado y evolucionado. Os quiero mostrar un testimonio muy motivador. Devoluciones así son un regalo en sí mismo. Con el consentimiento de ella os lo comparto eliminando algunas partes pare evitar identificarla.

Querida Mamen

La verdad es que me pediste que te diera mi “feedback” sobre lo que ha sido una relación personal-profesional bastante especial para mí y me ha costado ponerme a ello. En parte por la falta de tiempo y por otra parte, porque significa que empiezo a caminar sola lo cual es un abismo al que no estoy segura de saberme enfrentar.

[...] Creo que el progreso está claramente ahí y creo que he aprendido mucho. También mi personalidad me empuja a fijarme en todo lo que no he conseguido y la especie de meseta de progreso en la que siento que he caído.

Una de las cosas que me han gustado de tus sesiones es la cantidad de herramientas que has usado. Como bien sabes o te imaginas, dibujar y escribir me encantaron, me ayuda mucho poner mi arte en un papel y hacer que quede bonito algo que en la realidad es bastante feo. La meditación ha sido una de las técnicas de las que quizá he sido más reacia a acoger, pero por muy poco interés que despertase en mí, tengo que admitir que al final me ayudó en los momentos clave y me ayudó a desbloquearme. Otra de las cosas que recuerdo que me costó un montón fue expresar mis emociones de forma física -soltar un puñetazo a un cojín- sin embargo, creo que me sirvió para darme cuenta de la cantidad de rabia que tenia enquistada. Por último, aprender a verbalizar a contar a la gente lo que me pasa o como me pasa o aprender yo misma a identificar mis emociones y decir: “eh que lo que me pasa es esto” me ha ayudado un montón.

Rememorar nuestras pequeñas reuniones me esta ayudando a recordar una de las cosas que me explicaste que yo he utilizado con medio mundo que me ha pedido consejo: se puede ser fuerte y vulnerable a la vez, y uno no deja de ser fuerte por mostrarse vulnerable. Y esto lo he aplicado a mil millones de tipos de cosas que la gente me ha contado. Otro de tus consejos estrella para mi fueron las profecías autocumplidas, también lo he usado muchas veces para otros y para mi cuando intento explicar porque ese constante autoboikoteo personal al que me someto. La fuerza que tienen nuestros pensamientos y las imágenes que nos creamos sobre nosotros mismos es algo que me parece mágico. Otro de los que me abrió los ojos fue aceptar que todos tenemos diferentes husos horarios y como no es ni mejor ni peor llegar antes o después, creo que eso si lo aplico a muchas cosas y ahora he aprendido a tratar de compararme menos en los demás.

Me alegro de haber podido compartir contigo toda mi relación poco sana con la comida y mi cuerpo. Es algo que honestamente no se como voy a solucionar. Creo que hoy me quiero más que ayer y menos que mañana, quiero pensar que el amor hacia mi persona crece día a día aunque es algo que me cuesta extremadamente. [...] Creo que he progresado en este tema contigo, no tengo duda de que el simple hecho de haberlo hablado y de que no me hayas juzgado ha sido un progreso enorme. A parte de todo lo que hemos trabajado sobre la aceptación.

Hoy en día me pregunto si será que estoy rota. Si será que de verdad me he olvidado de ser feliz. O si será que esta última época he forzado tanto la máquina que ahora es cuestión de reajustarla. Yo sé que puedo mejorar todo esto y se que tengo el montón de herramientas que me has aportado. Es una cuestión de ponerlas en practica y activamente hacer por salir del hoyo.

[...]

Eres una molona de las buenas Mamen, eres una gran profesional y una buena amiga. Espero que la vida te vaya bonita, de morado, con muchos desayunos en familia, muchas tardes de manta-sofa y libro y un montón de experiencias compartidas para seguir cultivando tu plasticidad cerebral.

Muchas gracias por subirte conmigo en mi montaña rusa personal de estos 4 últimos años y por todos los abrazos que me has enseñado a dar.

Un beso grande.


La vida sigue, con altibajos, subiendo y bajando. Como sobre montañas rusas.
Unas veces con decisión, otras con duda. Con miedo, con alegría. Con seguridad, con incertidumbre. Sea como fuere, hay esperanza y deseo, coraje.

Me siento agradecida por la confianza depositada en mí, y por el trabajo realizado.

GRACIAS.