lunes, 7 de diciembre de 2015

La asertividad. Cómo atreverse a ser uno mismo.




Antes de entrar a hablar de la asertividad, quiero aclarar otros términos relacionados y que ayudarán a entender mejor que es la asertividad.

Uno es autoconcepto, este hace relación a los aspectos cognitivos, a la percepción y la imagen, la construcción mental de cómo se percibe cada uno a sí mismo. Lo que creemos que somos capaces, cuales creemos que son nuestras habilidades, lo que sabemos o no sabemos hacer... Es la definición que hacemos de nosotros mismos: yo soy... Serían los elementos que una persona utiliza para describirse.

El otro término sería autoestima, es la actitud hacia uno mismo. La opinión global que tenemos de nosotros mismos, cómo nos juzgamos o evaluamos, y el valor que nos damos como personas. Es la evaluación de la información contenida en el autoconcepto. La autoestima tiene dos componentes, el que se deriva, de la comparación entre el yo real y el que idealmente quisiéramos ser (cómo me veo y como me gustaría verme). El segundo componente en la construcción de la autoestima procede de la valoración de que somos objeto por parte de nuestro entorno social, y por tanto de la calidad de las relaciones sociales que tenemos.

Contar con una sana autoestima supone apreciar la propia valía e importancia y asumir, por parte del individuo, su responsabilidad hacia sí mismo y hacia sus relaciones interpersonales.


La ASERTIVIDAD es la forma en que nuestro autoconcepto y nuestra autoestima se hacen comunicación con mayor o menor eficacia. Se define como: "la habilidad de expresar nuestros deseos de una manera amable, franca, abierta, directa y adecuada, logrando decir lo que queremos sin atentar contra los demás. Negociando con ellos su cumplimiento". Las personas que no se comportan de forma asertiva no se sienten libres para comunicarse ni manifestar sus opiniones. La asertividad es básicamente atreverse a mostrar nuestros deseos de forma amable. El foco hay que ponerlo en atreverse. Te invito a que te atrevas, a que salgas de tu zona de confort. Tienes derecho a atreverte*.

- Atrévete a pensar que eres importante. A que no eres un impostor.

- Atrévete a pedir las cosas de forma directa y sin rodeos. 

- Atrévete a fracasar.

- Atrévete a pensar y meditar antes de tomar una decisión.

- Atrévete a tener puntos débiles y límites.

- Atrévete a equivocarte. A no ser siempre el mejor.

- Atrévete a no estar seguro de todo y decir no sé.

- Atrévete a hacer las cosas sin justificarte ni dar explicaciones.

- Atrévete a cambiar de opinión.

- Atrévete a no llevar siempre la razón.

- Atrévete a decir no y rechazar.

- Atrévete a insistir y exigir. 

- Atrévete a afirmar tu posición y opinión.

- Atrévete a elegir hasta donde dejarte influenciar pos los otros.

- Atrévete a hablar positivamente de ti mismo, de tus capacidades, tu originalidad, sin exageraciones ni desvalorizaciones.

- Atrévete a sentirte orgulloso y valorable.

- Atrévete a hacer las cosas que quieres, no por agradar.

*Idea sacada del libro El análisis transaccional. Conocerse bien y relacionarse con éxito. René de Lassus



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