miércoles, 13 de enero de 2016

Un bebé en el Congreso.



Sólo un 30% de los niños españoles sigue una alimentación exclusiva de leche materna durante sus primeros seis meses de vida. El mayor obstáculo para la continuación de la lactancia viene de que las madres al incorporarse al trabajo después de la baja maternal no tienen tiempo suficiente o no disponen de instalaciones adecuadas para dar el pecho o extraerse y recoger la leche.


El hecho de  ser madre no debe condenarte al ostracismo, no  tienes que recluirte, tus hijos son ya parte de tu vida, personal, de pareja, laboral y social, para bien o para mal. Conciliar no es fácil, más bien un infierno, sobre todo cuando todo el mundo te juzga hagas lo que hagas. Si te incorporas antes del fin de la baja maternal mal, si te llevas el hijo al trabajo mal.

Hay empleos y lugares de trabajo donde no veo inconveniente en que haya un bebé, que yo no pueda o quiera llevar a mi bebé a mi trabajo no hace que critique a quien si puede y lo hace.

A mí el gesto de Carolina Bescansa me parece acertado y necesario. Como fue el de Cristina Lasvignes y otras mujeres que lo hacen. Por que aporta otro modelo de maternidad, una maternidad activa en la que no se esconde. Por que visibiliza la dificultad de conciliar, maternidad, lactancia y vida laboral. Por que me parece que no hace mal a nadie.

Para Marcela Lagarde y de los Ríos, feminista mexicana doctora en antropología, “las contemporáneas somos sincréticas porque cada una posee atributos de género tradicionales y modernos de manera simultánea”.

Se nos juzga y exige ser "una buena madre" desde lo tradicional y desde lo moderno simultáneamente, socialmente hay un desconocimiento y despreocupación de las condiciones  y circunstancias particulares. Se argumenta que hay que ser corresponsables, que el padre forme parte, y yo pregunto ¿hay padre siempre?, ¿tiene que haberlo siempre?, es más, aunque lo haya y exista esa corresponsabilidad, ¿por qué hay que ocultar a los bebés de lo público?  


Tener hijos incluye un compromiso de crianza, de cuidados y parece existir una presión, incluso desde las mismas mujeres, de tener que elegir los roles. Parece que hay que renunciar a proporcionar un apego si quieres continuar con tu carrera.  Parece que hay que criar pero sin que se note y que no moleste. Ningún libro de psicología evolutiva dice que lo mejor para un bebé son las escuelas infantiles. Ningún libro de pediatría dice que lo mejor sea abandonar la lactancia materna de forma temprana. ¿Por qué no se fomenta, facilita y tolera ese apego y esa lactancia?

Para terminar mi aportación al tema. Como mujer, como madre, como psicóloga y como ciudadana prefiero un modelo de maternidad como el que muestra Carolina Bescansa con bebé (hasta donde yo sé, creo que no es nuevo, creo que es algo habitual en ella. Ir a mítines, reuniones.. con el bebé)  que el de Ana Mato cuando dijo "Mi momento preferido del día es por la mañana, cuando veo cómo visten a mis niños".

Teniendo en cuenta que la perfección no existe y que días malos, regulares y buenos tenemos todos y todas. En temas de crianza y apego creo que es mejor lo que muestra Carolina Bescansa que lo que mostró Ana Mato. Aunque cada una tomará las decisiones acordes a su forma de entender tanto la maternidad como la vida en general. Y ambas decisiones tendrán una coherencia en su vida.  Y lo que tiene sentido para una persona no lo tiene para otra.

Lo que está claro es que la mujer y la maternidad han salido del ámbito doméstico y se hacen públicos problemas de mujeres, de la maternidad y lo que conlleva, entre esas cosas la conciliación.

Creo que se deben dar las facilidades para que cada mujer pueda ejercer la maternidad que elija, con respeto y  sin juicios. Creo que debemos alegrarnos por otras mujeres que son capaces de llevar a cabo la maternidad que quieren. Creo que debemos luchar por conseguir lo que queremos y necesitamos, y no tanto desacreditar los beneficios de otras personas.

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